Decir adios, un post sobre despedidas.
Hace semanas que este post debería haberse publicado. Todo estaba preparado pero justo el día que iba a hacerlo Oskar se fue. Todo este tiempo he repasado lo vivido y lo escrito, me he visto obligado a aprovechar el reencuentro con lo que supone la muerte. Hoy va por ti,Oskar, y por todos los que te hemos tenido que decir adios. Muchas veces toca despedirnos, toca hacer las maletas y marchar, o ser testigos de una partida. Es entonces cuando vivimos un adios. Es como una ventana en la que siempre hay dos lados, dos posibles papeles: el del que se va o el de que se queda. En esta situación tan cotidiana se encierran muchas emociones que pueden llegar a tener gran intensidad, un buen motivo para cocinar un "post", ¿verdad?. Así pues hoy la reflexión gira en torno a la necesidad de ir aprendiendo a despedirse y a consideraciones sobre el proceso de duelo . Despedirse para volver. Las relaciones son dinámicas y, por ello, cambiantes. Esto nos exige adaptarnos, gestion