Crónica desde Kilkis - 4 - Taller de teatro social.

Mezclar es un deporte de riesgo. Mezclando conseguimos platos deliciosos y "cocktail molotov", es decir, podemos obtener resultados excelentes o peligrosos. Mezclar supone enfrentarse a la incertidumbre. De hecho, mezclar sin conocimientos es como una especie de ruleta rusa. Cuando uno conoce los mimbres que quiere entrelazar sigue asumiendo la responsabilidad del riesgo, pero con la ayuda de una intuición basada en la experiencia la aventura merece mucho la pena. No se trata de no jugar a mezclar, del deleite de mezclar por mezclar. De lo que se trata es de jugar a mezclar con una intención clara, con cierto dominio y desde un punto de partida nítido. La necesidad, la búsqueda de riesgo, el deseo de notoriedad son puntos de partida arriesgados. La verdad es que tenemos la certeza de que mezclar es una de las mejores maneras de innovar, de mejorar, de avanzar tanto desde un punto de vista individual como colectivo. Una de las más satisfactorias actividades en las que es...