Lo que nos cuesta pedir perdón

Pedir perdón Esta pequeña nota me la entregó mi hija Aiza junto con un pequeño trozo de chocolate. Vale, sí, se me cayó la baba a borbotones... Pero además me dejó pensativo. Nos cuesta pedir perdón . Nos cuesta sentir el dolor de haber dañado a alguien. Sabemos decir perdón, como si fuera una mecánica obligación vinculada a la buena educación. Pero no sabemos pedir perdón mostrando nuestro dolor, intentando compensar el daño causado con o sin intención. Vivimos en una sociedad que no siente, que no dedica tiempo a conectar la información o el pensamiento con la emoción . Y esto nos hace menos humanos, nos robotiza, nos hace no sentir lo que sucede a nuestro alrededor. Nuestra cultura entiende el gesto de pedir perdón como algo poco pragmático puesto que el dolor ya está hecho. Pero eso esconde varias consecuencias negativas. La primera es que solo el castigo compensa el dolor infringido al otro, lo cual el daño en la esfera de lo público, desvinculándolo de las relaciones e...