Me aburro, ¿qué puedo hacer?
Hace unas semanas me explicaba mi hijo adolescente que había estado con sus amigos y que se había vuelto a casa antes de tiempo porque se había aburrido. Le prometí en ese momento escribir un post sobre el aburrimiento. La verdad es que siempre me ha inquietado mucho ese sentimiento porque me parece francamente negativo. Lo mejor que se me ocurre del aburrimiento es que, como señal emocional de alarma, suele ir acompañado de una necesidad de combatirlo. Me aburro cuando la actividad que realizo me resulta poco estimulante. Esto puede ser hacer una actividad mecánica o si cuando mi conducta no está relacionada con una elección vinculada a una necesidad o a un interés personal. Por lo tanto el aburrimiento pone de manifiesto lo que no nos activa mental y emocionalmente, así como lo que no nos motiva ni interesa. La dinámica circular del aburrimiento El aburrimiento también interactúa con la pereza, puesto que inactividad y el aburrimiento forman parte de una...