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Mostrando entradas de febrero, 2011

El dolor de perder

Revisando las anotaciones sobre la pérdida pensabamos que faltaba explicitar qué sucede en la fase en la que el dolor es la emoción predominante tras una pérdida. Esto tiene también relación con el trabajo que estamos preparando sobre la aceptación y los componentes emocionales del proceso que conlleva. El dolor, desde un punto de vista fisiológico, es una respuesta de alarma del sistema nervioso. En en plano emocional es una consecuencia con valor informativo pero con autonomía propia con respecto a la pérdida de la que se origina. El dolor físico la mayor de las veces es un síntoma que se intenta paliar pero que su desaparición requiere del tratamiento de la dolencia que lo ocasiona. El dolor emocional adquiere identidad propia como suceso vital y de esa manera hay que abordarlo. La relación que establecemos con nuestro dolor resulta esencial para avanzar en el proceso de aceptación que posibilita el seguir adelante. La clave está en aceptar la pérdida integrándola en nuestra v

Sobre la búsqueda de los límites y las emociones

Una reflexión sobre la que queremos profundizar es la lo que se ha venido a denominar la pedagogía fronteriza. Es decir de qué manera el transitar por los limites de cada uno representa una experiencia significativa de gran valor de construcción personal. Por otra parte la inseguridad de caminar por veredas desconocidas parece aportar una flexibilidad, una capacidad de adaptarse y de no conformarse muy útil para el enriquecimiento individual. La incomodidad del límite o de la frontera no se lleva en un tempo en el que la comodidad y la conformidad parecen ser la norma. Desde el punto de vista emocional la tendencia siempre ha sido a la de la búsqueda de la estabilidad y esto parece ir en contra de esta intuición sobre la búsqueda de los límites. Lo curioso es que la emoción es aventurera, es opuesta a la razón en muchas ocasiones, por lo que vivir de manera conservadora una energía que nos empuja resulta paradójico. Seguramente porque la perspectiva estaba muy centrada en lo terapeú

Pareja y amor. Algunos problemas.

Muchas de las aportaciones que ha hecho la red de colaboradores en relación con la reflexión sobre el amor han girado en torno a la relación entre amor y pareja. Concretamente los temas comentados han sido: La dificultad para elegir pareja, o una vez metidos en una relación la dificultad de elegir a esa persona como pareja. La relación de interés que se da en muchas parejas y que nada tiene que ver con el amor. Algunas creencias en torno a la pareja como el mito de la media naranja, la indisolubilidad de la misma, etc.… El complejo asunto de razón y sentimientos aplicado a la relación de pareja. Es decir las necesidades no cubiertas y cómo gestionarlas. El papel de terceras personas en ese contexto. Todo el problema de la infidelidad y del poliamor. Amor y elección . No cabe la menor duda que la emoción y el sentimiento discurren por sendas diferentes a la de la razón. Lo que sucede es que en el ser humano conviven estrechamente y deben convivir. Es evidente que analizar las situ

Elementos emocionales de la participación

Como persona con inquietudes sociales siempre he estado muy interesado en la participación en varias de sus diferentes variantes. Por una parte como educador voluntario siempre me interesó conocer las claves de la dinámica de grupos y de las estructuras organizativas sociales en las que militaba. Cuando me hice profesional de la animación sociocultural recuerdo haber trabajado los hábitos de participación, haber reflexionado para elaborar formación para participar o haberme peleado contra quienes entendían que lo cuantitativo era lo único que servía para medir participación y por ello la necesidad de plantear y diseñar métodos de evaluación. Este ejercicio de reflexión surge de una invitación hecha a raiz de comentarios en el blog de Asier Gallastegi . Y solo quiero reflejar algunas pinceladas sobre una manera nueva, al menos para mi, de observar el fenómeno de la participación. Parto de la lectura de algunos conceptos que me han parecido muy interesantes como el de la “participación

Intentando definir el amor como básico emocional

Definir el amor   Si bien es cierto que definir es un ejercicio puramente racional y por ello muy alejado de lo que aparentemente entendemos por emociones en general o por el amor en particular, para poder investigar y conocer es un acto imprescindible. De hecho, y sirva esto como pequeña reflexión, uno de los principales problemas que he observado en el manejo emocional es éste precisamente, el de negar la posibilidad de pensar sobre nuestros sentimientos, o si no lo negamos sencillamente no lo practicamos.   Pensar en las emociones nos lleva a intentar diferenciarlas, a tratar de explicar las diferencias y las semejanzas que tienen entre si. Todos sabemos por experiencia propia qué son cada uno de los sentimientos que componen nuestras vidas emocionales pero el momento en el que intentamos sentarnos a pensar sobre ellos solemos sufrir un cierto bloqueo mental, una cierta incapacidad. En el amor esto pasa mucho.       El amor otro “básico emocional”   Amor y desamor es un binomi

Unas primeras reflexiones sobre el amor

Mi primera sorpresa es eso de intentar definir el amor... ¿es posible? Apelar a la subjetividad de todo a la hora de definir es poco científico. Lo que pensaba es que amar es precisamente un estado emocional que surge de la experiencia de proximidad con una persona que nos despierta energía positiva. Como la perdida, esta situación en cada persona despierta diferentes estados emocionales, y algunos de ellos serían catalogables como amor, aunque no siempre... Los miedos, mascaras sociales y demás pueden forzarnos incluso a odiar a alguien para intentar alejarnos de esa persona en aras de un bien social. Más allá, creo que cada uno responde en eso catalogable como amor de muy diferentes maneras y grados. Esto tiene que ver con nuestra experiencia vital. No me refiero a nuestras experiencias amorosas y tal vez históricos familiares, si no en conjunto a lo que somos como personas, y por supuesto nuestras experiencias amorosas y demás nos cincelan o nos han cincelado. Lo que quiero decir e