El peligro de ser divergente
No suelo ir al cine a menudo, la verdad. Pero el sábado disfruté de una noche en pareja sin niños y, entre otras cosas, fuimos a ver una película un poco al azar. Claro, en esas condiciones, acertar con la elección es pura suerte.
Vimos "Divergente" una película que describe un sistema sociopolítico en un escenario futuro después de una gran guerra mundial. Por cierto con algunas semejanzas, en cuanto al contexto, con "Los juegos del hambre".
La película me gusto porque me hizo pensar. Y además de invitaros a verla voy a compartir algunas reflexiones que me han surgido al hilo de su argumento.
COCINAR EL FUTURO EN EL PRESENTE.
Ya hace tiempo que creo que muchas cosas de las que suceden tienen que ver con que nos están preparando para un futuro planificado. No me parece casual que se nos dibujen escenarios futuros en los que ciertos aspectos de la vida que existe ya hoy se ven amplificados. Un mundo en el que unas élites dominan la humanidad y en el que la diferencia solo puede ser el grado de control o el aislamiento entre "facciones".
Siendo esto discutible hay otro elemento que me llama la atención. La película deja más grabado en el espectador un modelo social que el relato, o el final de la historia. No hace tanto tiempo las películas centraban su carga emocional en el desenlace. Supongo que todos hemos disfrutado de los finales en los que el bien triunfa sobre el mal, todo un clásico del género western por ejemplo. Me sorprende que poca fuerza tienen los finales hoy en día, incluso los relatos, es como si lo que se quisiese subrayar fuera un contenido implícito, tal vez incluso convenientemente escondido.
El cine ha sido utilizado como medio de generación de hábitos de masas, por ejemplo mediante la inserción del tabaco y su uso por parte de los protagonistas. ¿Qué será lo que hoy se está cocinando para que lo consumamos mañana con naturalidad?
PAPEL DE LA DIVERGENCIA
Otro elemento sugerente es el papel de la divergencia, de la complejidad humana que dificulta la creación de modelos sociopolíticos perfectos. Tal y como decía una de las protagonistas "el enemigo es la naturaleza humana". Es curioso ver cómo en todo tipo de modelos hay personas que no encajan, que son diferentes, que saben que es sentirse raro, extrañas, que no responden a las exigencias que el sistema les impone. Es evidente que la diversidad nos molesta. Tradicionalmente, históricamente lo diferente genera rechazo, exclusión e incluso agresividad. Entender nuestra complejidad desde el punto de vista emocional, pero también desde el de nuestras capacidades, del de las experiencias, nos acerca a nuestra naturaleza humana con la posibilidad de aprovecharla para mejorar individualmente y como sociedad.
Vimos "Divergente" una película que describe un sistema sociopolítico en un escenario futuro después de una gran guerra mundial. Por cierto con algunas semejanzas, en cuanto al contexto, con "Los juegos del hambre".
La película me gusto porque me hizo pensar. Y además de invitaros a verla voy a compartir algunas reflexiones que me han surgido al hilo de su argumento.
COCINAR EL FUTURO EN EL PRESENTE.
Ya hace tiempo que creo que muchas cosas de las que suceden tienen que ver con que nos están preparando para un futuro planificado. No me parece casual que se nos dibujen escenarios futuros en los que ciertos aspectos de la vida que existe ya hoy se ven amplificados. Un mundo en el que unas élites dominan la humanidad y en el que la diferencia solo puede ser el grado de control o el aislamiento entre "facciones".
Siendo esto discutible hay otro elemento que me llama la atención. La película deja más grabado en el espectador un modelo social que el relato, o el final de la historia. No hace tanto tiempo las películas centraban su carga emocional en el desenlace. Supongo que todos hemos disfrutado de los finales en los que el bien triunfa sobre el mal, todo un clásico del género western por ejemplo. Me sorprende que poca fuerza tienen los finales hoy en día, incluso los relatos, es como si lo que se quisiese subrayar fuera un contenido implícito, tal vez incluso convenientemente escondido.
El cine ha sido utilizado como medio de generación de hábitos de masas, por ejemplo mediante la inserción del tabaco y su uso por parte de los protagonistas. ¿Qué será lo que hoy se está cocinando para que lo consumamos mañana con naturalidad?
PAPEL DE LA DIVERGENCIA
Otro elemento sugerente es el papel de la divergencia, de la complejidad humana que dificulta la creación de modelos sociopolíticos perfectos. Tal y como decía una de las protagonistas "el enemigo es la naturaleza humana". Es curioso ver cómo en todo tipo de modelos hay personas que no encajan, que son diferentes, que saben que es sentirse raro, extrañas, que no responden a las exigencias que el sistema les impone. Es evidente que la diversidad nos molesta. Tradicionalmente, históricamente lo diferente genera rechazo, exclusión e incluso agresividad. Entender nuestra complejidad desde el punto de vista emocional, pero también desde el de nuestras capacidades, del de las experiencias, nos acerca a nuestra naturaleza humana con la posibilidad de aprovecharla para mejorar individualmente y como sociedad.
Así es, muy acertado. Y lo triste es que muchas veces renunciamos a nuestra forma de pensar, de entender la vida y de ser por no aparecer como raros y no ser excluidos. Es más cómodo ser homogéneo en el grupo, aunque en ello se vaya lo que me hace especial. Qué pena.
ResponderEliminar¡Vivan los 'marcianos'!
Que razón tienes. Cuantas personas van con la corriente del momento, no resistiendo la presión de tener ideas diferentes, de pensar en algunos casos de forma no "oficial". Que lo vamos a hacer me encanta no seguir las consignas
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