(Re)Escribir tu historia personal a través de abrazos

Abrazos
Me gusta mucho la terapia narrativa. De hecho la trayectoria de trabajo con el teatro social y la improvisación hace que me sienta especialmente cómodo con esta perspectiva. Por eso me he lanzado a proponer un juego que tiene algo que ver con observar cómo construimos los relatos de nuestras vidas.

Esta idea comienza con un abrazo que Aitor me dio hace unas semanas. Era una situación especial, lo disfruté y seguí con mi actividad. Pero la verdad es que me ha dejado pensativo.

Os cuento. Conozco a Aitor desde hace unos 25 años. La vida nos unió. Nos caímos mal, luego fui su jefe, trabajamos mucho y disfrutamos mucho también haciéndolo. Luego la vida, que es así de caprichosa, quiso invertir los papeles y él fue mi jefe. En casi todas las etapas hemos pasado momentos buenos y malos. En el último año la vida nos ha separado. El abrazo era de despedida tras un encuentro. Ambos sabíamos que nuestros caminos se iban a separar definitivamente. Antes de que eso pasase hubo un pequeño favor que hacer. Su abrazo lo interpreté mitad agradecimiento, mitad despedida. No recuerdo que en 25 años nos hubiésemos abrazado, y menos así.

Ese abrazo pronto me recordó otros anteriores. Y ejercitando mi maltrecha memoria poco a poco mi mente fue poblándose de las imágenes de otros abrazos que dejaron huella en mi vida. Por eso ha sido fácil pensar en compartir mi historia personal a través de los abrazos. Por eso he pensado en jugar a contar la historia de mi vida a través de ellos.

Como ya calzo 48 años solo hablaré de algunos... Todos serían demasiados para un solo post...

Abrazos de padres e hijos.

No se cuando aprendí a abrazar pero seguro que el primer abrazo que sentí fue el de mi madre. Ella no es de muchas demostraciones de afectos pero yo juego con los míos para seguir alimentándome de los suyos. También recuerdo los primeros instantes de cada uno de mis hijos en mis brazos. Me resulta tan difícil pensar en abrazos más deseados... Una vez que van creciendo los abrazos tienen, a veces, apellidos y por eso hay abrazos de perdón, de te he echado de menos un montón, de aleja de mi estas pesadillas, o tan simples como para dar las gracias. Hay también una modalidad que practico mucho que es la de jugar a abrazos donde cada cual solo da y recibe abrazos de todos los tamaños y colores con la única misión de disfrutar de ellos.

Abrazos de amores.

Tu historia a través de abrazos
He amado mucho y en cada amor hay una colección de abrazos dignos de un capítulo. No se porqué pero tengo más vivos los primeros abrazos, casi siempre obtenidos instantes después de saber que el amor que me desbordaba a mi también lo hacía a ella. En el amor recuerdo abrazos desesperados, señalando la proximidad de algunos abismos, o tan solo de despedidas no siempre deseadas completamente. En el amor hay también un pequeño número de abrazos furtivos, aquellos dados y/o recibidos con un amor inconfesable, disfrazados de cualquier otra cosa. Quedan los abrazos de la pasión, deudores de cada una de las veces que he deseado fundirme con otra persona, con otro cuerpo.

Abrazos anónimos o no tanto...

Tal vez los párrafos anteriores son los previsibles. Pero el resumen de mi vida de abrazos no estaría completo sin los abrazos casuales, los más o menos anónimos. Uno de éstos podría ser el de Aitor con el que comenzaba el post. Os contaré alguno más. No hace mucho mi compañero Julian Pelacho vino a dar un curso. Su abrazo me conmovió. Hay personas como él con un grado de sinceridad y emocionalidad que es capaz de condensarla en un abrazo. No supe, pude o no me atreví a aceptarlo y disfrutarlo pero, al menos, creo que aprendí alguna lección. Mis abrazos con otros hombres me hablan mucho, la verdad. Se que me he construido a base de los abrazos que he dado y que he recibido. Todos ellos eran el medio con el que trasmitir una emoción, y son estas las que nos construyen. Abrazos de agradecimiento, de respeto, de amor, de admiración, que tranquilizan, que excitan, abrazos de amor, de ternura, de arrepentimiento....


No os dejeis engañar por las anteriores líneas. Como buen vasco no soy muy dado a demostraciones físicas de afecto, pero tengo que reconocer que por mis abrazos me reconoceréis. Solo queda invitaros a hacer este mismo ejercicio y descubrir qué historias están detrás de los abrazos que os han hecho como sois.


Comentarios

  1. MI QUERIDO Pablo ( y en este caso, "querido" no es un formulismo vacio..sino una realidad incontestable...por que como dice nuestro presi: "yo te quiero, coño, te quiero...") pos eso, no recuerdo muy bien nuestros abrazos (los reales, los físicos...) alguno habrá...pero habremos de reconocer que en esto semos bastante "vascos" (sin serlo...al menos mi familia, poco besucona, viene de Pucela) sin embargo...cuando la gente se quiere...los abrazos físicos suelen darse sin contacto...a veces son simples miradas...a veces frases de apoyo...lo que sea que transmita ese cariño incondicional...

    Recuerdo algunos de BRUTAL importancia en mi vida...tras una adolescencia-juventud en la que compartimos muchas "movidas" ilusionantes mientras vamos creciendo y encaminandonos cada uno a sus sitios...aunque algunos comunes, por ejemplo...hoy día soy psicólogo (bueno, tengo un titulito) por que PABLO estaba ahí, estaba en el lugar y el sitio que hizo que me animara a matricularme para compartir con el esta aventura (en tercero en la uni)

    Otro gran abrazo...un finde en el que yo pretendía (hará unos 30 años?) correr la media marathon de Donosti...y Pablo "estrenaba" su primer cutre coche de segunda mano...y se prestó a llevarme...allá nos fuimos juntos, dormimos tirados con el saco en Zorroaga...y pasamos mil aventuras

    No se si antes o despues de esto fue nuestra primera marathon, aventura compartida, también con Pedro, Guili, Joseba y Txantxar...con muy poco cerebro pero con mucha, muchisisma complicidad...y si eso no son abrazos...

    Muchos años después y tras varios años sin vernos, un día nos encontramos, cuando yo ya me estoy quitando y sin embargo Pablo está en plena efervescencia deportiva...y me comenta, entre otro millar de cosas (nunca nos da tiempo a contarnoslo todo) que un par de semanas despues hará la marathon de Donostia, una vez más...y allí surge en un pis pas en equipo de apoyo (no es esto un abrazo?) que le lleva y le acompaña en otro de sus sueños...

    Parece que en nuestra vida solo hemos sido deportistas...y de eso nada, además de ser bastante mediocres...siempre he seguido la carrera "intelectual" de Pablo...y cada vez que hacía algo medianamente "sonado" intentaba estar ahi...abrazandole desde el público...

    El tambien me tenía en cuenta...y cuando creaba cursillos sobre la ilusión, la emoción...me invitaba a tomar parte...le importaba mi participación y opinión (más abrazos)

    En resumiendo...ya lo decía, semos "vascos", no nos achuchamos mucho...sin embargo, lo hacemos de otras maneras...

    Hay gente que abraza o besa "por sistema", sin transmitir calor...solo correción...otros sin abrazar transmiten más...

    Sin embargo no voy a defender que lo correcto sea lo nuestro, nooooo, yo quiero evolucionar a mas "atxutxante" y mis hijos, con los que hay poca verguenza, lo sufren a diario...las pèrsonas adultas de mi entorno, no tanto...quizás segun vaya envejeciendo...en cualquier caso...me valen los abrazos "sin contacto", los capto y los agradezco...

    y ya para acabar..si tengo que hablar de abrazos cruciales en mi vida...pues lo tendria txungo, mi alzheimer corre mucho...empezaría hablando de mi abuelo Gregorio (al Esteban casi ni le conocí) y sus "capitales del mundo", la abuela Eleuteria y sus flanes, algunos (pocos) profes del insti, algunos monitores y compañeros del grupo del barrio (Pablo sale de ahí también) y poco más...hasta ahora en el que los que más me ponen, sin duda, son los de mis hijos...cosas de aitites

    ResponderEliminar
  2. Me ha encantado.. Y me ha supuesto una invitación a escribir la historia de mis abrazos... ¡Gracias!

    ResponderEliminar
  3. Con los años te recuerdas los abrazos dados y los no dados. Son tantos los sueños que nunca olvidados nos hacen sentir esos (achuchones) que a muchos nos daban cuando regresábamos a nuestros orígenes entre lagrimas y abrazos.
    Todo es muy hermoso. Hoy luce más el sol y las horas de luz son menos rigurosas nos acompañan con más ganas incluso para esos seres que ya nada tienen mientras la gran europa los deja morir sin sonrojarse. Como animales. Como bestias feroces se mira para otro lado, o se escudriña la sabana buscando la victima, las victimas donde los abrazos sean las de las balas y la sangre. Hoy me siento mal, quisiera partir a la propia tierra como desterrado.
    Gracias Pablo por dejarme ser libre, con las lecciones que tu me has facilitado, todo tiene sentido cuando un buen maestro te incita y te deja ser libre.
    un abrazo.

    HOY ME SIENTO LIBRE
    Cuando los seres humanos no somos capaces
    De compartir lo mucho o poco que nos han dado
    Es difícil e imposible ser capaces de compartir
    El sufrimiento del que llora, pasa hambre o duerme
    En la calle y lo apalean los que todo lo tienen
    Porque no entendemos nada. Cerramos la mente.
    Fortificamos nuestro cuerpo y lo hacemos cemento
    Reforzado con alambres duraderas mientras caminamos
    Los talibanes no quieren cultura para el pueblo,
    Su cultura son las armas que matan y queman los libros
    Pero que pasa en nuestra cultura. En nuestro país…,
    Nos cierran escuelas, despiden a maestros que enseñan
    Y suben el listón para que solo los poderosos
    Puedan acceder a la cultura, la que nos hace libres.
    La masa se recrea con sus nuevos líderes.
    Los nuevos rebaños ya sin perros que los guíen
    Ladran y vociferan empujados por sus lideres
    Los campos de futbol, repletos de ojos de manos
    Que aplauden sacando su rabia como en los tiempos
    Que un dictador nos dejó gritar, en esos recintos
    Siempre controlados por los que nos hieren incluso
    Machacan nuestras ilusiones, nuestras esperanzas.
    Mientras ellos sonríen se llenan de gozo, saquean
    Nuestra hacienda, mientras el pueblo bosteza
    Se deja engañar y no los condena por todo lo hecho
    Incluso sonríen porque nos robaron… hasta la conciencia.
    19/04/16
    Antonio Molina Medina

    ResponderEliminar
  4. Hola. Buen artículo, pues la Inteligencia Emocional siempre es muy práctica, para llevarla a cabo. Saludos.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Qué significa sentirse raro y/o extraño y cómo afrontarlo

El amor se riega todos los días

Besar a un desconocido, lo que no sabemos sobre nosotros mismos.