ALGUNAS CLAVES PARA AFRONTAR LAS PÉRDIDAS.

1.- La importancia de comprender el equilibrio y el desequilibrio en la vida como inherente a la dinámica misma de la existencia. En primer lugar hay que darse cuenta de que la pérdida es natural, inherente al hecho de vivir. El proceso vital hace que nuestras necesidades cambien, que nuestras circunstancias cambien, que nuestros intereses cambien, que nuestra experiencia nos haga cambiar, que envejezcamos… Todo ello configura un escenario de inestabilidad que muchas veces olvidamos por el anhelo de seguridad que perseguimos. La estabilidad aporta un caldo de cultivo fundamental para el desarrollo personal, pero ésta no es estática sino un permanente juego de equilibrios en el que el que mejor juega no es el que no tropieza sino el que tropezando no cae, o el que cayendo sabe cómo levantarse. La crisis es, también, una oportunidad para el cambio. Resulta muy útil caminar por los espacios límite o espacios frontera para minimizar la importancia de lo que se pierde. Algunos pensamientos fuerza en este sentido serían:

Todos perdemos. Todos encontramos.

Perdemos y encontramos constantemente.

La vida es cambio contante. La vida es energía dinámica.

Vivimos en un constante juego de equilibrios y desequilibrios.

Perder forma parte de un juego de equilibrios.

En el movimiento de vivir permanentemente perdemos y hallamos, dejamos y encontramos.



2.- Relativizar, ampliar la mirada de la realidad individual ayuda a contextualizar la importancia de la pérdida. En el momento que pongo mis pérdidas en relación con las de los demás mi percepción deja de mirar exclusivamente mi problema. Esta mirada panorámica puede permitir dejar de ser observar tan importantes los dolores propios, como si se desdibujaran en contacto con los ajenos. Es muy útil compartir las emociones como elemento de ayuda. Esto también es uno de los objetivos del trabajo grupal que planteamos, de hecho es una de las principales conclusiones para aquellos que viven de manera más autónoma sus conflictos y entre ellos sus pérdidas.   Algunos pensamientos que pueden ayudar a hacer el transito cognitivo hacia esta relativización podrían ser:


El dolor de perder se suele diluir en contacto con el dolor ajeno.

El dolor de perder es subjetivo y se relativiza ampliando el punto de vista.

Compartir la perdida ayuda a obtener referencias de la intensidad real de la misma.

Compartir la pérdida puede ayudar a superarla.


3.- Entender la pérdida como un proceso de duelo, de manera que el dolor inicial debe transformarse en aceptación. Perder no es agradable, incluso puede llegar a doler mucho, sobre todo en el inicio del proceso. Muchas ocasiones sucede que una vez asumida la pérdida, tiempo después de haberla sufrido, uno hace una valoración muy distinta. La pérdida también es un contexto relacional en el que el individuo establece relaciones con lo perdido, con las causas de la pérdida y con los nuevos elementos que aparecen después de ella. En estas relaciones se pueden manifestar emociones de odio, de culpa, de frustración, de decepción que tienen que ver con esta interacción de la que hablaba.


A veces perder es elegir dejar algo en el camino.

A veces perder es que otro decida quitarte algo.

A veces perder es salir de un error, descubrir una verdad que estaba oculta.

Perder duele. A veces solo al principio, otras veces mucho tiempo.

Perder, a veces, es dejar de tener.

El temor a perder está relacionado con la falta de esperanza por ganar.

Esforzarse en no perder es limitar nuevas posibilidades de hallar.

Hacer la vida caminando por la línea que divide tener o no tener sirve para relativizar las pérdidas.



4.- En definitiva al final solo nos tenemos a nosotros mismos. La certeza de que al final en la vida estamos solos, que somos los últimos responsables de lo que nos acontece y de la importancia que tienen las circunstancias vitales que vivimos. Vivir de manera responsable significa saber que aunque nos apoyemos en personas y cosas debemos buscar nuestra autonomía en todo momento.



APUNTES DE LA RED DE COLABORADORES:

Sobre la relativización de la clave 2. Asier.

Por ejemplo, nuestras emociones sociales. Tenemos una gama riquísima de emociones sociales, que van desde la ira hasta la lealtad, pasando por la empatía y la compasión. Y se podría esgrimir que estas emociones han evolucionado para garantizar que los demás no nos puedan tomar el pelo tan fácilmente porque, si hacemos algo por alguien y esta persona no nos lo devuelve, nos enfadamos. ¿Estaremos perdiendo algo? ¿Algo que era nuestro y no lo recuperamos?

A veces nos ponemos furiosos cuando se trata de una gran suma de dinero, por ejemplo… en cualquier caso, la ira es una respuesta emocional automática que les indica a los demás (a la persona en cuestión, pero también al resto) que no pueden darnos por sentados, que no se saldrán con la suya…

Pues bien… una conclusión es que somos criaturas inherentemente sociales, que nos gusta afiliarnos a otras personas en grupos no demasiado grandes, nos gusta trabajar conjuntamente y compartir con los demás, etcétera. Pero, al mismo tiempo, también nos gusta competir con otros grupos: nos gusta que nuestro grupo tenga éxito al competir con otros. Y si podemos lograrlo creando cooperación, o creando una moralidad que una a los miembros de un grupo… asi lo haremos, no perdiendo la oportunidad que se nos brinda, de avanzar y ser reconocidos

Me resulta un tanto complicado introducir la idea de contextualizar con el entorno, esto  se nos puede volver en contra.



En general. Raul.

Acabo de leer lo que nos has enviado y me parece un guión muy sugerente para una sesión sobre ese tema.
Aunque creo que lo más interesante no será precisamente lo escrito... me queda sobre todo la importancia de completar el proceso de planteáis... reconocer emociones del dolor, de la perdida y resituarlas entendiendo la vida como un proceso de múltiples cierres y aperturas;
… comprender el dolor propio desde el compartirlo con el otro, y abrirse desde ahí a un espacio de humanidad que pocas veces se consigue abarcar desde lugares diferentes a este.
… entender las pérdidas y los dolores en todo su recorrido, siendo capaces de ver sentido a cosas que creíamos que no eran más que dolor. Este juego me parece interesante y a veces arriesgado, me hubiera gustado ver  y jugarlo con vosotros
Con todo esto lo que quiero deciros es que me gusta el enfoque. Como te dije en él anterior mail…  espero poder participar  en alguna sesión y mientras tanto  me gustará seguir teniendo noticias de lo que vais haciendo … un abrazo

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