El lado bueno de las cosas


Me encanta seguir pistas invisibles, o mejor dicho, señales no evidentes que se muestran como casualidades cuando la probabilidad de que sucedan es muy pequeña. Otro día escribiré sobre ello. Pero, como os decía, esta semana han pasado dos cosas sutiles que quiero compartir.

La primera de ellas tiene que ver con la colaboración que mantengo con la Asociación "Esperanza Bipolar" una entidad constituida por personas con diagnóstico de trastorno bipolar y que se reúnen para apoyarse mutuamente y mejorar su calidad de vida. El martes acudí a la primera reunión de esta segunda fase. Se hizo un diálogo sobre el papel de la improvisación en sus vidas. Me encantó participar y observar la seriedad con la que afrontan su trastorno, así como la fuerza que trasmiten. Al final de la sesión me hablaron de esta película "El lado bueno de las cosas" que protagoniza una persona con trastorno bipolar.

Bradley Cooper es Pat
Ayer los astros cuadraron y pude ir a verla. Se narra una historia relacionada con el trastorno un poco en la línea de la famosa "Mejor imposible". Pero, siendo esta mirada desde la enfermedad interesante, se cruzó con otra que me viene rondando unas semanas y que constituye la segunda parte de la señal que antes mencionaba. La trama de la película gira alrededor de dos historias de amor que vive Pat (Bradley Cooper), su protagonista. Sin entrar en detalles que puedan desvelar las claves de la película diré que plantea de manera muy sutil el papel de la voluntad a la hora de elegir el amor con el que intentar ser felices.

Otro aspecto que me llamó la atención es el papel de la mirada positiva, al principio muy forzada, de la vida que el protagonista usa como "mantra" que le guíe. En un contexto personal, familiar y vital en el que todo está bastante descontrolado es la búsqueda del lado bueno de las cosas, aun cuando no seamos capaces de verlo, el que confiando en su existencia el que nos lleva a buen puerto. En la película el protagonista se agarra a ese pensamiento como tabla de salvación. Pero, al final, es el hecho de haberlo perseguido, incluso a oscuras, lo que le ayuda.

Además de invitaros a ver la película y a comentarla, dejo también la sugerencia vital de dirigirnos cada día, cada instante, hacia el lado bueno de las cosas.


Comentarios

  1. Hace unos días, me tocaba recitar unos versos acompañado por las cuerdas de una guitarra, cuyo guitarrista me había trasportado a no sé qué sitio… Y yo dentro de mí le decía. ¡Sigue, sigue! Y gracias a su pericia mi silencio lo supo cubrir con los sonidos de su guitarra, y sacarme de esa atmosfera improvisada en la que yo me introduje, para seguir recitando unos versos con la sonrisa de su guitarra. El mundo de los sentidos te lo encuentras en cualquier lugar y donde menos te lo esperas, capaz de romperte todos los esquemas previstos en tu propia vida.
    Un abrazo
    Antonio

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