Despidiendo 2015

Despidiendo 2015
Poco a poco se nos va el 2015, también a mi. Ya el año pasado por estas fechas hablaba de un año, el 2014, que había resultado mágico. No quiero repetirme aunque tal vez debería porque la palabra encaja muy bien. Pero bueno, buscando y rebuscando me encuentro con la palabra sueño que define muy bien también este año. Os cuento...

2015 comenzó conauna decepción en la organización en la que trabajaba. El equipo de personas en el que estaba yo, se quedó sin lider por estas cosas de las luchas del poder. Supongo que algún día hablaré más sobre esa experiencia, pero el hecho es que como consecuencia se me abrió una oportunidad soñada durante años, la de trabajar por cuenta propia, predicando con el ejemplo tomando riesgos. Una pequeña parada en el relato. Me resulta curioso que un revés permitió que algo bueno llegara. Dolió, pero ayudo a tomar una decisión que con casi 50 años cada vez era más difícil.

Kilkis, Grecia
Soñar es exponerse a que lo que deseas no suceda, es arriesgarse a que la realidad descafeine tanto lo fantaseado que pierda su gracia, su esencia. Recuerdo una hiperactividad relacionada con buscar mejor acomodo profesional. También recuerdo encontrarme con puertas cerradas, a veces injustamente. Esta parte ha sido la constante que ha aportado un punto de picor, de escozor, cuando no de agriedad al sueño.

En Mayo llegó la gran odisea griega de la mano de mi amigo Koldo cuyas crónicas podéis encontrar en estos enlaces (1, 2, 3 y 4). Este 2015 ha resultado viajero y me ha permitido conocer Castellón y a la gente de la UJI y del equipo WONT, Madrid y Coruña. Viajar forma parte de la fantasía, de la que construí sobre la vida que quería llevar. Pero tiene su parte dura de estar lejos, de echar de menos, de estar de prestado. Compensa la acogida de la gente, los cafés frapé, las personas que no hubiese conocido sin marchar...

2015 ha sido un año de gran dedicación al CIE (Consorcio de Inteligencia Emocional). Este proyecto me ha supuesto esfuerzo y ahora veo que ha merecido la pena. Paradójicamente, el año en el que vivo de lo que soy capaz de facturar me involucro en un proyecto de voluntariado vinculado con mi actividad profesional. Siempre me persigue la sensación de que no recibes si no das. Tal vez por esto tenga sentido, aunque no siempre sea capaz de observarlo en el día a día.
Sueño para 2016

Este año ha sido posible por mi colaboración con Nire iHealh, ha permitido el nacimiento de Poziktiba y me ha vinculado con Gure Geroa S.L. Termina con la sensación de haber trabajado más y en cuestiones que me llenan mucho más. Y termina también con cierta acomodación a la incertidumbre, al riesgo medido que se debe saber administrar cuando uno quiere soñar y que sus sueños duren. Soñemos, pues, con las historias y los relatos que construyan 2016.

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